jueves, 1 de octubre de 2009


30 de septiembre

A plena luz del día, en medio de la primavera.
El infierno subió a la tierra.
Todo se oscureció.
Las nubes de tormenta cubrieron el sol.
Los pájaros se convirtieron en dragones.
El dolor paralizo la esperanza,
y la alegría desapareció.
Donde hubo amor sólo quedó odio,
Y un deseo incontrolable de vengar lo in vengable.
De hacer justicia, con lo que jamás fue justo.
De morir de una vez por todas,
Y terminar con tanto sufrimiento.
El diablo se quedó a vivir ahí,
Frente a mis ojos
Para robarse todo lo que amé.
Menos mis sueños, porque ya desaparecieron.
Menos mis fuerzas, porque ya no existen.

Sólo se quedará con lo que más amé en la vida,
Y al final, se quedará sólo.
Consumido por el infierno que él mismo creó
Para destruir a aquellas personas que alguna vez lo amaron.

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