Llega cada año
un oscuro día
marcado en la historia...
como una brisa helada
paraliza nuestras vidas
recorre nuestro cuerpo
invade la memoria
sacude el pensamiento
despierta el dolor.
Un dia que remueve
siete años de horror
siete años de mentiras
siete años de barbarie
siete años de tristezas
imposibles de imaginar.
Caen sobre nosotros
llantos en soledad,
gritos de dolor,
búsquedas desesperadas,
sueños perdidos,
vidas arruinadas,
derechos violados,
familias destrozadas,
identidades robadas.
Todo eso provoca
que dentro nuestro
algo nos lastime,
algo nos duela
algo nos hiera profundamente.
Son voces que nos llaman
a continuar una lucha,
a despertar del letargo,
a recuperar valores, palabras,
derechos que no deberían faltar.
Un dia en que la unión,
de todo un país
tiene varios significados:
Identidad, justicia,
libertad, memoria,
respeto, dignidad.
Un dia en que el país,
su gente, sus pasos,
sus banderas, su plaza,
su historia
llevan gravados
30.000 nombres.
Y cada uno de ellos
despierta preguntas
que aún no pudimos contestar:
¿A dónde fueron las vidas
que no pudieron vivir?
¿Donde estan las historias
que no pudieron escribir?
¿Donde están los sueños
que ya no pueden soñar?
¿Donde están los recuerdos
que no pudieron crear?
¿Donde aguardan los cambios
que no pudieron lograr?
¿A donde fué la libertad
que les robaron sin piedad?
¿Donde están los abrazos
que no pudieron dar?
¿Donde está el arrepentimiento
de todos los culpables?
¿Donde esta el 24 de marzo
como sólo un día mas?
¿Dónde están los desaparecidos?
¿Donde están los nietos
que faltan encontrar?
¿Dónde está la justicia?
¿Dónde está el mundo mejor
que todos ellos
querían lograr?