miércoles, 9 de diciembre de 2009


Una vez más fuimos testigos de un instante de perfección.
Sin nada en el bolsillo,
En un lugar que nada sabia del lujo.
Supimos abrazarnos y ver el cielo.
Dejamos de saltar por un instante,
Renovamos nuestra paz, nuestra alegría.
Es imposible olvidar el amor que nos tenemos,
Porque cada vez que veamos el cielo
Ese momento vendrá a nosotras.
Y sabremos que ya no hace falta nada.
Podremos quejarnos de muchas cosas,
Incluso enojarnos o pelearnos.
Pero mientras existan momentos como este,
Nada podrá ser tan malo.
Todo tendrá remedio,
Y las sonrisas estarán de sobra.
Es la magia de la música.
Poder robarle a una canción todo lo que se necesita.
Solo eso se necesita.
Ni más ni menos para sentir que estás vivo.
Y que vivís como realmente querés hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario